Desde que, a finales de los años 60, iniciase su andadura como colaborador y redactor en el diario La Verdad, Juan José Sánchez Balaguer (Orihuela, 1949) no ha abandonado nunca su pasión y su dedicación por el periodismo de proximidad. Durante este largo periodo de tiempo, además de acumular títulos académicos y de trabajar en ámbitos tan dispares como los tribunales, la universidad o las cajas de ahorros, ha permanecido ligado a la prensa de la Vega Baja, de la que está ultimando una tesis centrada en el periodo de la República y la Guerra Civil.
Ahora, tras casi una década al frente de la Fundación Cultural Miguel Hernández, cede su testigo para proseguir una labor de difusión de la obra del poeta. Pero, como ha hecho siempre, mantendrá su vínculo con una tierra, una cultura y una profesión en la que siempre ha estado integrado. Por eso, dado que el próximo Cuaderno Comarcal de Comunicación del GICOV se centrará en esta comarca alicantina, pocas personas mejor que él pueden apuntar las principales tendencias que en este nuevo estudio se descubrirán.
¿Cómo describiría el panorama general y la situación actual de los medios de comunicación de la Vega Baja?
Como en otros territorios, en los últimos años, ha habido experiencias muy interesantes, especialmente en el sector de los medios audiovisuales. En sus inicios, muchos no eran más que vídeos comunitarios o pequeñas entidades familiares, y algunos todavía perviven, en distintas localidades. También existen diversas radios a lo largo y ancho de la comarca, la mayor parte de proximidad, aunque muchas integradas en las grandes cadenas nacionales, que completan el panorama con las cabeceras tradicionales de prensa.
¿Cómo se están enfrentando al actual contexto económico y social?
Evidentemente, los medios locales no son ajenos a la situación económica actual y a sus avatares, y muchos lo están pasando mal. De todas las nuevas iniciativas que han ido surgiendo, algunas han durado más que otras. Pero, en cualquier caso, se trata de un ámbito digno de ser estudiado, amplio y novedoso, que con la experiencia acumulada en los dos informes anteriores del GICOV [en Elche y el Alto y Medio Vinalopó] permitirá acercarse más a esta realidad y comprender los medios de proximidad.
¿Cree que es importante que la universidad preste atención a estos medios locales y comarcales?
En mi opinión, es fundamental estudiar y situar en su contexto las distintas publicaciones impresas y medios audiovisuales de este entorno, y estoy convencido que, desde la universidad, se puede hacer una gran labor de análisis y recopilación. Hasta ahora, los resultados de estos trabajos han sido muy positivos, y estoy seguro de que así seguirá siendo en la Vega Baja. Algunas personas ya hemos estudiado esta zona por etapas, y completarlo ahora con la realidad más actual va a cubrir un periodo trascendental que va a quedar para la historia y que servirá de ejemplo para el futuro.